Sensacional resultado de Antonio Requena en el Ironman Lanzarote 2023



El pasado 20 de mayo se celebraba en las Islas Canarias, el IRONMAN Lanzarote 2023, una de las pruebas internacionales de referencia en el triatlón de larga distancia, que este año celebraba su trigésima primera edición. En ella, triatletas de talla nacional e internacional tendrían que completar los 3,8 kilómetros de natación, 180,2 kilómetros sobre la bicicleta y 42,2 de carrera a pie, un gran desafío solo a la altura de los deportistas más ambiciosos y apasionados.

La prueba reunió a 1.137 triatletas inscritos, entre ellos el noveldense Antonio Requena Juan, que se disponía a afrontar este gran reto con ilusión y determinación, en el que era el desafío más importante del año para él. Antonio viajó a las islas, arropado por en todo momento por su pareja y por sus familiares.

Ya en la competición, el Puerto del Carmen acogió el segmento de natación en Playa Grande, principal centro turístico de la Isla, donde los participantes tenían que recorrer dos vueltas de 1,9 kilómetros al trazado predeterminado en el mar canario, en unas aguas con una excelente temperatura que rondaba los 19º/20º. Requena iniciaba este Ironman, sintiéndose cómodo durante todo este primer tramo de natación, logrando completar el recorrido en un excelente tiempo de 1 hora, 10 minutos y 56 segundos.

Acto seguido, tocaba afrontar el segmento ciclista. Los triatletas recorrieron lugares espectaculares como La Geria o el Mirador del Río, llegando hasta el norte de la isla, para finalmente regresar de nuevo al Puerto del Carmen. El triatleta noveldense afrontó con gran pundonor su punto fuerte en el triatlón (el ciclismo), finalizando los 180,2 kilómetros con un tiempo 6 horas, 58 minutos y 1 segundo.

Finalmente tocaba la prueba de atletismo. En este caso, los triatletas debían dar 3 vueltas a un trazado que recorría el Puerto del Carmen, Playa Grande, Playa Honda y Arrecife, hasta completar los 42,2 kilómetros de recorrido. Antonio Requena demostró tener una gran fortaleza física y mental, que le permitió completar la dura maratón a pesar de todas las adversidades que se le presentaron, logrando finalizar este sector de carrera a pie con un magnífico tiempo de 4 horas, 18 minutos y 11 segundos.

El tiempo total logrado por el triatleta noveldense fue de 12 horas, 40 minutos y 10 segundos, lo que lo llevó a ocupar el puesto 355º de un total de 1.127 participantes nacionales e internacionales, lo que pone en valor el gran resultado de Antonio Requena Juan en este Ironman de Lanzarote.

Antonio nos contaba su experiencia en esta competición:

«Llegaba el día clave del objetivo principal del año y sabía que no iba a ser fácil. Iba bien aleccionado, pese a las buenas sensaciones que tuve en Peñíscola. Algo dentro de mí pensaba que todo no iba a ser «tan bonito» y el cuerpo lo sabía. No suelo ponerme nervioso los días previos a la competición, pero esta fue diferente. Pasé una semana que se hizo eterna, con nervios cada vez que lo pensaba.

Llegó el día de viajar. Empezaron las sorpresas, dónde solo me iba con mi pareja, pero cuando fuimos a cargar las maletas en el coche, ahí estaban también las de mis padres… ¡¡nos acompañaban!! Ya en el aeropuerto, con todos los compañeros, ellos también llevaban acompañantes por sorpresa, así que fuimos una buena expedición para la isla.

Al día siguiente, día recogida de dorsales. Me gusta salir a rodar un poco antes, pero por las circunstancias no se pudo, ya que si lo hacía era generar estrés, cosa que no quería, así que opté por disfrutar de la compañía, hacer un poco de turismo, preparar bici y dejarla en boxes y ya a descansar, que al día siguiente tocaba madrugón… pero no importa, es el momento.

Suena el despertador 4:50…  ya llevaba tiempo despierto. Desayunar y a dejar las últimas cosas en boxes. Volvemos al apartamento que teníamos a 100 metros (todo un acierto). Ya más tranquilamente, intentar motivarte un poco y perder los nervios (que ahora sí que están). Colocar el bien el neopreno. Llega la hora y para bajo. Últimos ánimos de mi gente y al lío.

Empezamos la natación. Primeros metros, me encuentro cómodo, escucho un lap y miro… sorprendentemente bastante más rápido de lo que pensaba. Pude coger unos pies, alguna vez se me iban, pero no los podía perder, era mi ritmo, así que calentón y detrás otra vez. Pude completar las 2 vueltas de natación con MMP en la distancia, todo pintaba bien.

Tocaba la bici (supuestamente mi punto fuerte) una transición un poco desastre, me desoriento y me costó encontrar la bici. Opto por salir descalzo hasta la zona de montaje, me cuesta la vida ponerme las calas, me tocó desengancharlas de los pedales porque no había forma de ponérmelas. Consigo arrancar, primeros km (más llanos) me vengo arriba. Ya cuando empieza a notarse las cuesta, fui realista y empiezo a controlar… esto muy largo y muy duro, dónde poco tiempo tienes para recuperar. Todo un sube baja, pero muy chulo, ya que estás padeciendo, tienes que ir mirando de reojo y disfrutar del circuito: zonas volcánica, miradores, pueblos, rectas interminables… ya sobre el km 130 empiezo a ir «tostado». Caen los w y la velocidad no es alta, pero aquí hemos venido a «padecer», consigo completar los 180, y ya «solo» queda la maratón.

Empezamos la carrera y no salí a tope, pero sí un ritmo alto para conforme bajé de la bici. Pensé que tengo aprovechar, porque «la hostia» me la voy a llevar, y hasta que dure, eso que llevó por delante. Así pasó. Poco a poco iban cayendo más segundos por kilómetro, no me entraba nada de comida, ni de Coca-Cola, que es con lo que suelo mantener el la maratón. Tocaba ir probando con isotónicos, agua, plátano a ver cómo lo asimilaba la barriga. Conforme pasaban los km las piernas ya iban a menos, no podía poner un puntito más en la carrera y mucho pensamiento de para y camina, pero eso no es la solución… tienes que luchar contra esos pensamientos y así lo hice, no parar. Era un ritmo bajo, pero no se caminaba. Por donde me tocará era todo un dolor, unas agujetas raras. Cada vez que veía a los acompañantes, se agradecían esos ánimos. Incluso los corredores que se pegaban a mi lado, preguntaban cómo iba. Llegaban los últimos km, tocaba disfrutarlo más aún, ¡¡sabía que lo tenía hecho!! Y justo…¡¡ otra medalla de finisher!!

Espectacular experiencia, esto no es un Ironman, es el IRONMAN. ¡¡volveré!!

Como siempre agradecer a mis padres, pareja, compañeros y acompañantes, la gente que no pudo venir, mi hermana y sobrina que estaban conectadas y preocupadas todo el día (se les echo de menos)..a por la próxima 💪🏽💪🏽😘😘«

 

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